viernes, 13 de abril de 2012

MINISTERIO DE IMPORTACIÓN, Raúl Vacas


MINISTERIO DE IMPORTACIÓN

A mí me importa un huevo.
A mí me importa un comino.
A mí me importa un rábano.
A mí me importa un pepino.


   Este poema juega con el doble sentido: importación significa "traer de fuera un bien o una mercancía que no se encuentra en el país de uno" e importar también significa "tener valor o interés para alguien. Además el poema está construido mediante la repetición de la misma estructura sintáctica (paralelismo) en los cuatro versos: una repetición, pues, anafórica. La rima es consonante y los versos son de arte menor.

Sara Antelo Vázquez [1ºB]

Collage: Pablo Martínez [1ºA]

miércoles, 11 de abril de 2012

[NEGRO MURCIÉLAGO...], Raúl Vacas


Negro murciélago.
Se lo comió la luna.
Dulces sueños.



   Este poema es un claro ejemplo de que el lenguaje literario pretende ser vidriera (José Hierro), porque las palabras están dispuestas para crear belleza, causar impacto.
   Una imagen y una personificación (la luna se come al murciélago cuando desaparece en la oscuridad) bastan para conciliar el sueño.
    Uxía Castelos Medín [1ºC]

martes, 10 de abril de 2012

PREDICTOR, Raúl vacas

PREDICTOR

Si al final de estas letras, tan recientes como tus besos, no vuelves nunca
a leer este poema con aquel suspiro que te hacía mas niña
y a la vez tan efervescente.
Si al final de este feliz abecedario para dos, digo,
olvidas que el amor es como una dulce mentira que se comparte a solas,
que se llora a solas o que se inventa a solas pensaré
que tu amor no fue tan cierto como el mío.
Tan cuantitativamente real como los veinticuatro mil besos,
las treinta y siete mil caricias, los veinte mil abrazos
y lo que nunca se dice o se olvida.
Si al final de este recuerdo, de este recuerdo ebrio de amor,
de esa memoria póstuma en tu nombre,
tus labios no pronuncian ningún beso y tus ojos no escupen ya más lluvia
quizá será porque tu amor no supo que las horas son deliciosamente
minúsculas cuando se quiere y tristes, lentas,
como el otoño, el óxido, cuando el amor enferma.
¿Me querías? ¿me has querido? Te quiero.
¿Me querías? ¿me has querido? Quizá no.
Pero si al enterrar en el aire la última de estas letras aprendes a llorar
y a descorchar tu alegría con los besos que censuró el olvido,
si en mi verso reconoces el amor que deletreo para ti a, m, o, r,
entonces, sin ninguna duda, tan cierto como que Dios no existe,
podré incluir tu nombre en esta carta
después de donde dije incomprensiblemente y sin saber por qué
mi única mentira cierta; te quiero

**********
  1. Anáfora: Repite la estructura sintáctica “Si al final de…” al principio de los versos 1, 4, 11.
  2. Anáfora: Se repite la estructura “¿Me querías?, ¿me has querido?” en los versos 17,18.
  3. Paralelismo: La estructura oracional de los versos 17 y 18 en muy parecida.
  4. Personificación: Le atribuye cualidades humanas a las letras y al amor.
  5. Metáfora: Está comparando el amor con las horas.
  6. Paradoja: En “Mi única mentira cierta: te quiero” y “Olvidas que el amor es como una dulce mentira”.
    Rosalía Doporto Regueiro